Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

Bienvenidos a mi hogar. Entren libremente. Pasen sin temor. ¡Y dejen en él un poco de la felicidad que traen consigo!

sábado, 29 de agosto de 2009

SÁBADO MUSICAL: "ARIZONA BABY"



Return to the Nursery”, tema de la B.S.O. compuesta por Carter Burwell







Arizona Baby” (“Raising Arizona”, Joel Coen, 1987)

jueves, 27 de agosto de 2009

ALFILERAZOS FOTOGÉNICOS (XVI): "EL TESORO DE SIERRA MADRE"


De izqda. a dcha. Tim Holt, John Huston, Humphrey Bogart y Walter Huston en el set de rodaje de "El Tesoro de Sierra Madre" ("The Treasure of the Sierra Madre", 1948)




Humphrey Bogart (Dobbs) y Walter Huston (Howard)


miércoles, 26 de agosto de 2009

LECTURAS AGOSTÍES (Y III): "BAMBI CONTRA GODZILLA"




"Bambi Meets Godzilla" (Marv Newland, 1969)



Una vez, y de eso ya han pasado unos cuantos meses, leí en el blog Friki pero poco de Sergio Arán una anécdota cinematográfica, anécdota reseñada en el libro escrito por David Mamet "Bambi contra Godzilla". El detalle quedó memorizado, sin que en apariencia le prestara mayor atención. Así se mantuvo hasta que hace un par de semanas, mientras buscaba unos libros para regalo en una de mis librerías preferidas, me sorprendió su presencia en uno de los anaqueles.
Sobrará decir que me lo compré. Lo de que lo leí de una sentada (de terraza de verano) ya resulta del todo punto redundante.


"La película perfecta es la película muda, de la misma manera que la secuencia perfecta es la secuencia muda. El diálogo es inferior a la imagen al contar una historia cinematográfica. En primer lugar, uan imagen, como ya sabemos, vale más que mil palabras; la yuxtaposición de imágenes es geométricamente más eficaz. Si un director o guionista quiere comprobar la calidad de una escena, puede eliminar el diálogo y ver si, aún así, transmite la idea al público".

David Mamet, "Bambi contra Godzilla".


Altamente recomendable para empaparse de los entresijos de las labores de producción (y guión) en la aún llamada Meca del Cine. En cuanto a mí, al llegar a la última página, visualicé con gran realismo (?) la hipotética réplica de un productor airado, en lo que no dejaría de constituir un velado homenaje al coronel Saito (Sessue Haykawa) de “El puente sobre el río Kwai” (“The bridge on the river Kwai”, David Lean, 1957):


- Don´t speak to me of rules. This is a movie... not a game of rugby.

sábado, 15 de agosto de 2009

SÁBADO MUSICAL: "LA JUNGLA DE ASFALTO"







John McIntire en "La Jungla de Asfalto" ("The Asphalt Jungle", John Huston, 1950)




Tema musical de "La Jungla de Asfalto" compuesto por Miklós Rózsa



Doc Erwin Riedenschneider (Sam Jaffe): -La experiencia enseña a no confiar en un policía. Cuando menos se piensa se ponen del lado de la ley.

miércoles, 12 de agosto de 2009

POR QUÉ NO PEDIR UN DESEO A LAS "LÁGRIMAS DE SAN LORENZO"



A J*** y su maravillosa terracita.





Me acabo de enterar por la prensa que la noche de hoy, doce de agosto, constituye la mejor ocasión para observar en su plenitud a las Perseidas, esas perlas que surcan el firmamento durante ciertas noches de verano. Así que por una vez este cafetín cinéfilo, aprovechando que nos encontramos en el Año Internacional de la Astronomía, deja a un lado a las estrellas del celuloide para referirse, aunque sólo sea de forma somera y testimonial, a las que lucen y/o surcan el firmamento.





Cartel de la película "La Noche Más Hermosa" (Manuel Gutiérrez Aragón, 1984)




Ojalá puedan disfrutar de su contemplación...

martes, 11 de agosto de 2009

LECTURAS AGOSTÍES (II): "BEAU GESTE"



De Zinderneuf a Brandon Abbas y vuelta a Zinderneuf.




"Beau Geste" (William A. Wellman, 1939)



"Entre la admiración, universal y merecida, que despertó su hazaña, mi propio y pobre acto de preferir la muerte a ser descubierto y sufrir deshonor pasó desapercibido".

"Beau Geste", P. C. Wren.




"Beau Geste" (William A. Wellman, 1939)


lunes, 10 de agosto de 2009

LECTURAS AGOSTÍES (I): "LA DAMA DEL PERRITO"







"Ojos Negros" ("Oci ciorne" u "Ochi chyornye", Nikita Mikhalkov, 1987)

Qué recuerdos acerca de la película de Mikhalkov, basada en ese relato.


En una silla de mimbre reposa desmayadamente el cuerpo mortal de Chéjov. A la vista de su aspecto su pensamiento se encuentra muy lejos de allí, muy lejos del envoltorio que le alberga. Si aceptó venirse hasta este balneario se debió sólo a los porfiados consejos de sus amigos, preocupados por el abatimiento en el que se había visto sumido durante el transcurso de las últimas semanas.

No era para menos puesto que ya llevaba varios meses sin que ni una sola línea hubiera salido de su pluma. La "toska", el aburrimiento tan propio de los habitantes de las estepas rusas, había hecho presa de él, y lo que sentía en su interior no era algo susceptible de ser curado por medio de unos simples baños. Se trataba de algo mucho más profundo.

Hoy ha convenido en salir, no ya por la recomendación de los facultativos del centro sino motivado por la visión del sol que esplendoroso brilla en el exterior. Ahí nos lo encontramos, muy cerca de la piscina de barro en la que chapotean con suma alegría un grupo de residentes, unos genuinos creyentes en los efectos terapéuticos de la combinación del agua y el barro medicinal. A este respecto él no es más que un descreído, lo que explica que se limite a permanecer sentado en una silla de mimbre, leyendo sin mucho interés las páginas de un periódico local.

El animado ambiente es roto de súbito por la irrupción de una repentina ráfaga de viento cuya intervención hace volar un delicado sombrero femenino, con tan mala suerte que termina por precipitarse en el mismo centro de la piscina. A la vista de este hecho el escritor abate delicadamente su periódico para pasar a observar detenidamente el reposado flotar de la pamela, apenas perturbado por las ondas producidas por los nadadores, los cuales, sumidos en su diversión, permanecen ajenos a la presencia de ese objeto.

Durante un instante piensa en la mala suerte que acaba de ofrecer sus respetos a la propietaria. Sin duda no podrá recuperar su prenda a no ser que alguno de los que nadan de aquí para allá convenga en acercárselo. Mas los acontecimientos no se desarrollan como cabría esperar, mostrando una vez más la riqueza de posibilidades que más tarde o temprano nos ofrece la existencia.

El escritor siente cómo a su misma vera pasa el caballeroso porte de un hombre alto, vestido con un vistoso terno blanco y tocado con un sombrero de igual color. Anda con lentitud, no exenta de lo que no deja de ser una cierta gracia aristocrática, imagen a la que refuerza el bastón que porta con delicadeza en su mano derecha. A juzgar por sus andares se deduce que tal adminículo no es más que una muestra de coquetería personal, un complemento decorativo que presta a su figura una manifiesta gracia.

El desconocido se acerca al borde de la piscina, parece dudar un segundo, aunque sólo sea para decidir con qué pie va a avanzar y, acto seguido, se sumerge hasta la cintura dentro del parduzco líquido. A igual paso que sobre tierra firme continúa avanzando, directo hacia la pamela. No bien llega a su altura la recoge, saluda a unos conocidos por medio de un cabeceo, al tiempo que alza su propio sombrero y da media vuelta, desandando el camino. Si es que puede utilizarse esa palabra dado el medio sobre el que se desplaza. Con vigor atlético emerge de la piscina, sin prestar atención alguna a las manchas amarronadas que decoran su antes flamante traje y se acerca a una joven destocada quien, al igual que el propio Chéjov, no ha perdido detalle de las evoluciones de tan galante caballero. Una vez más vuelve a quitarse el sombrero a modo de personal saludo, esta vez íntimamente dirigido a la propietaria del adminiculo y, luego, sin mediar palabra alguna se aleja tras dar media vuelta, con el mismo andar resuelto y lento de un principio.

Chéjov le observa mientras se aleja, ajeno por completo a las miradas de admiración que su gesto ha provocado y piensa para sí. Piensa que en su cuarto del primer piso, en una maleta de las que conforman su equipaje, guarda unas cuartillas, una pluma y un tintero…


sábado, 8 de agosto de 2009

SÁBADO MUSICAL: "EL CARTERO (Y PABLO NERUDA)"





"The Postman Poet", tema de Luis Bacalov de la B.S.O. de "El Cartero (y Pablo Neruda)" ("Il Postino", Michael Radford, 1994)



Dedicado a quien una vez me brindó a modo de consejo la recomendación de leer los sonetos de Neruda escuchando de fondo la Sexta Sinfonía de Beethoven y en especial su segundo movimiento.

lunes, 3 de agosto de 2009

JAMES BOND EFECTÚA UN TONEL



Lejos de mí la intención de hacer un chiste acerca de la incuestionable capacidad de James Bond para trasegar bebidas espirituosas, siempre de la mejor calidad. No, la explicación para el título es mucho más simple.

Hace unos días, charlando con Mr. Pond ante un café con hielo, ambos terminamos por convenir en que ya hacía algún tiempo que no aparecía ningún artículo con una escena de persecuciones automovilísticas: "Bullit", "Granujas a todo ritmo", "French Connection", "Vivir y morir en L.A.",... Una vez que nos dimos cuenta de esta..., llamémosla incidencia si no tienen inconveniente, pasamos a la segunda fase, consistente en trazar la estrategia más adecuada para subsanar cuanto antes este e..., esta incidencia.

Entre las películas de James Bond que le tocó interpretar a Roger Moore la que más me ha gustado desde siempre ha sido "El Hombre de la Pistola de Oro" ("The Man With the Golden Gun", Guy Hamilton, 1974). Fuera a causa de que el malvado al que se enfrentaba oo7 estuviera interpretado por el grandioso Christopher Lee (Scaramanga), fuera que se ambientara en el sudeste asiático (Hong Kong, Macao,...) en una época en la que me llamaban poderosamente la atención aquellos territorios coloniales (lo cual les dará una pista acerca de los muchos años transcurridos desde aquel entonces), o quizás a causa de razones extracinematográficas tales como las rebanadas de pan untadas en miel casera que me comí durante su visionado.

Bien, sea como sea, acá les dejo la escena de la persecución a la que somete James Bond, a bordo de un AMC Hornet del 74, al AMC Matador Coupé del 74 ocupado por los malos, incluido el tonel al que hacía referencia en el título.



domingo, 2 de agosto de 2009

EL HOMBRE DEL CAFÉ NEGRO




Robert Donat (Mr. Chips) en "Adiós, Mr. Chips" ("Good Bye, Mr. Chips", Sam Wood, 1939)





“¿Qué se siente?
Al estar sin hogar,
como una completa desconocida,
como un canto rodante”.

Like a rolling stone”, Bob Dylan, “Highway 61 revisited” (C.B.S. 1965)



El hombre del café siempre vestía de negro. Muy parco en palabras sólo musitaba un buenos días, tardes, noches; saludo que variaba en consonancia con la hora del día. Al despedirse su laconismo se acrecentaba: sólo una pequeña inclinación de cabeza.
Jornada tras jornada acudía a su cita, antes o después. Dada su costumbre de beber siempre la misma consumición ni se molestaba en solicitarla. En cuanto Norberto le veía asomar por la puerta ya se ponía a pelearse con la terca cafetera.
Si era feliz o desgraciado nadie se atrevía a pronunciarse al respecto puesto que ocultaba sus emociones tras un rostro siempre impenetrable. No emitía comentario alguno ante la concurrencia ni tampoco al respecto de las charlas que se pronunciaban a su vera. Siempre distante, inmerso en su mundo. Los demás parroquianos le respetaban aunque no pudieran evitar el sentir cierta curiosidad acerca de su persona. Mas le dejaban en paz.
Nunca leía el periódico, se limitaba a su taza de café negro y humeante. Cómo demonios se las arreglaba para bebérselo hirviente tal y como se lo servían era otro misterio que se añadía al cúmulo que portaba sobre las espaldas. Una incógnita más en el complejo sistema de ecuaciones andante que era aquel hombre vestido de negro a la par que devoto del café de igual color.
En cierta ocasión Pepe “el curda”, arrastrado por uno de sus arranques etílicos de fraternidad universal, le propinó un caluroso abrazo al tiempo que en el televisor mostraban cómo la delantera del Real Madrid batía a la portería rival. De inmediato se hizo un silencio ominoso a lo largo de la superficie del local. Las conversaciones cesaron y hasta Norberto se quedó un tanto envarado ante la osadía mostrada por el borrachín. Aunque nadie lo confesara no fueron pocos los que entonces creyeron que había sonado la última hora para Pepe. Había ido a abrazar, empujado por su inconsciencia habitual, al hombre de negro. De allí seguramente iba a salir portado a hombros sobre unas cajas de cervezas, según la moda espartana.
Decenas de ojos aguardaban con expectación la pronta respuesta del misterioso cliente, no dudando que ésta iba a cubrirse con unos tintes bastante violentos. El propio Pepe, percatándose malamente el miserable por entre medias de la emoción de su atrevimiento se había quedado muy tieso, como si hubiera pisado a una cobra que se encontrara en medio de la siesta. Quieto, fija su atención en la figura oscura que por el momento permanecía impasible ante su taza medio vacía. Nada bueno podía provenir de semejante calma. Como marinero en unos tiempos ya lejanos había aprendido que la mar es muy traicionera, y que la calma más chicha alberga en su seno la tempestad más terrible. En suma, que él también aguardaba lo que sin lugar a dudas no dejaría de ser una fuerte marejada.
Un leve encogimiento de hombros. Ese fue el primer movimiento que hizo el hombre de negro. Otro encogimiento, seguido por otro y otro más. Su torso subía y bajaba rítmicamente, ¿resoplando?, cada vez de manera más espasmódica. La respuesta iba a adquirir un cariz mucho peor de lo que ninguno de los presentes había imaginado.
La carcajada resonó por todo el local, ascendió por encima de la música y rebotó en las paredes hasta atracar en los oídos de los clientes, quienes asombrados ante su súbita entrada sólo pudieron emitir un audible suspiro colectivo. Se estaba riendo, el hombre de negro se estaba riendo a mandíbula batiente, de ahí el rítmico movimiento de sus hombros. Lo causaba la risa que incontrolable le había subido a la boca haciéndole cosquillas en la lengua para acabar propagándose por el bar. Ni que decir tiene que merced a la tensión acumulada durante los minutos precedentes, y con la ayuda de la contagiosa risa, ninguno se sustrajo a la necesidad de reír, prestando compañía al hombre de negro. Incluso el propio Norberto, que un poco antes había mantenido ocupada su mente en tratar de desentrañar dónde había guardado su traje oscuro de los funerales, rompió a reír como hacía mucho tiempo que no lo hacía.
Durante unos segundos que parecieron horas sólo las risas resonaron en el establecimiento, llegando a ahogar la letra de una canción de Sabina en la que éste con su voz rota tan característica rimaba monaguillos y peticiones de perdón por la tristeza mostrada. Mas a quién le importaba Sabina en un momento tan surrealista como aquel, a quién no le traían al pairo la Iglesia y sus jerarquías, los curas y sus sermones o los sacramentos y su obligado cumplimiento, y perdonen la irreverencia. El caso era que el hombre de negro, el hombre del café negro, se estaba riendo, y ellos con él.
-Gracias, muchas gracias.
Las primeras palabras distintas a un saludo que él pronunció en el Gino´s. E iban dirigidas a Pepe, quien a la sazón yacía retorciéndose convulsivamente en el suelo, preso de un ataque de hilaridad tan fuerte que era de temer que llegara a hacerse necesario después de todo el traje oscuro de los entierros.
Tras mostrar su agradecimiento en forma tan parca el hombre de negro dejó unas monedas con un leve tintineo a modo de pago por su café y aún riéndose salió por la puerta, dejando a sus espaldas a un coro griego poco trágico, entregado a la risa.
Nunca regresó.

ANUNCIO DE SEAT Y JULIO CORTÁZAR


Ciertos hallazgos vale mucho más que se materialicen tarde que nunca...



Anuncio del Seat León con la voz en off de Julio Cortázar leyendo algunos fragmentos del "Preámbulo de las Instrucciones para dar cuerda a un reloj"

sábado, 1 de agosto de 2009