Un espacio destinado a charlar acerca del cine, saboreando una taza de café (puede que más), sentados en torno a una mesa. Por el simple gusto de hablar por hablar acerca de una pasión compartida por una reducida infinidad, así nomás como son estas cosas.

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domingo, 26 de julio de 2009

CONVERSACIONES EN UNA ESCALERA





De arriba a abajo y de izquierda a derecha: Karen Richards (Celeste Holm), Bill Sampson (Garry Merrill), Addison de Witt (George Sanders) Max Fabian (Gregory Ratoff), Eve Harrington (Anne Baxter) y Mrs. Caswell (Marilyn Monroe).
"Eva al Desnudo" ("All about Eve", Joseph Leo Mankiewicz, 1950)


Esas conversaciones mantenidas en un lugar tan propicio para el establecimiento sutil de una jerarquía entre los que charlan, bien fuera en la escena de una película o en la así llamada vida real, aunque en este último caso el secreto de los diálogos sea guardado celosamente por los afortunados partícipes.

Y pensar que siempre había considerado, al parecer de una manera deliciosamente errada, que la única utilidad de las escaleras era a lo más la de permitir trasladarse de un piso a otro, ascendiendo o descendiendo, en este último caso con más o menos estilo.

Qué craso error.


Addison de Witt: -Todos tenemos anormalidades en común. Los del teatro somos una raza aparte del resto de la humanidad. Somos personalidades desplazadas.
Bill Sampson: -No hace falta que lea su columna mañana, Eva. Ya la has oído. [Pausa]. No estoy de acuerdo, Addison.
Addison: -Esa es precisamente tu anormalidad particular.
Bill: -Reconozco que hay algo de estrambótico en el teatro. Se destaca en anuncios luminosos y toques de trompeta. Pero no es básico, no es corriente. Si lo fuera el teatro tendría que morir.


Un magníficamente cínico y sarcástico George Sanders, una vez más.


NOTA ADICIONAL.
Acompañamiento musical: la Marcha de Pompa y Circunstancia nº 1 opus 39 de Edward Elgar. Me permito sugerirles que presten una especial atención a partir del punto 1´ 50´´. It´s so british!

6 comentarios:

BLAS dijo...

No me hubiese importado nada estar sentada en esa escalera tambien, esperando lo que estuvieran esperando... Respecto a George Sanders, me encanta, con la excepción de su papel en "Rebeca", que me pone negra. Es tan sumamente grosero, que la imagen "semi-divina" que uno se hace de ella, al conocerlo a él, se desvanece, supliéndose por otra mucho más "mundana", por decirlo de alguna manera... Aunque quizás fuera esa la intención de Hitchcock, nunca se sabe lo que pasaba por la cabeza de aquel genio.

Saludos Dexter!!

G. K. Dexter dijo...

Blas.

A mí en esa escena me encantó un detalle: la forma en la que Karen va siguiendo los comentarios de cada uno de sus compañeros.

Hace mucho que vi "Rebeca" y que leí el libro. Sí creo recordar que hasta que aparece el personaje de George Sanders (¿su primo?) las referencias sobre la anterior señora de Manderley consistían básicamente en los laudatorios comentarios de Miss Danvers y en los objetos que había dejado tras de sí.

Por cierto, que otra película en la que no me cae muy bien el personaje de Sanders es en "El Fantasma y la Señora Muir".

Un saludo cinéfilo.

P.D.: ¿me equivoco o ya no falta mucho menos para la "gran escapada"?

BLAS dijo...

Jajajajaja!! Ya falta menos para la gran escapada, sí, porque de evasión poca, poquísima.
¿Te puedes creer que no me acuerdo si he visto El Fantasma y la Señora Muir"?¿Se me estarán friendo las neuronas con el calor? Ayyynnnnsss...

Saludos Dexter

G. K. Dexter dijo...

Blas.

Trata de refrescar la memoria, la podrás encontrar en varios comentarios de mi blog.
No por nada una de las protagonistas es Gene Tierney.

Un saludo cinéfilo.

P.D.: aquí te dejo una imagen de esa película con Tierney y Sanders.

(!) hombre perplejo dijo...

Qué grandes secuencias de escaleras nos ha dado el cine. Recuerdo unas cuantas y diversas: desde el carrito descontrolado de "El acorazado Potemkim" hasta la esculpida en la roca casi vertical que suben Frodo, Sam y Golum. Un día nos deberíamos de meter a fondo con ellas, ¿no te parece?

G. K. Dexter dijo...

(!)Hombre Perplejo.

Pardiez que es una buena idea. Si dijera lo contrario me estaría contradiciendo de manera harto flagrante ;)

Al respecto qué decir, también, del ascenso de la escalera con el reparador vaso de leche en "Sospecha"; o de la escalera del domicilio de la protagonista en "Carta a una desconocida" de Ophuls; o del descenso de la escalera por el "derrotado", y para más inri chantajeado, y doblemente humillado, Charles Foster Kane en "Ciudadano Kane"; o la de "Psicosis" (sorpresita incluida al final del rellano); o, incluso, la desacostumbradamente precaria y harto inestable de "Esta casa es una ruina"; o la que se mojaba con las gotas de ducha de Mr. Yunoshi en "Desayuno con diamantes"; o las varias que aparecen por "Muerte entre las flores"; o... Bastaaaaa!!!

Ja, ja, ja,... Lo dicho, (!)Hombre Perplejo, se trata de una perplejnífica idea.

Un saludo cinéfilo.